sábado, 15 de octubre de 2016

LINZ 2016. KUMITE MASCULINO +84





Categoría que tradicionalmente ha contado con grandes dominadores en otras épocas como Jeoff Thompson, Vic Charles, Emmanuelle Pinda, Marc Pyree, Alain LeHetet, Seydina Balde o Alexander Guerunov entre otros. Siguiendo esa misa senda que tiempo atrás marcaron sus predecesores, Enes Erkan lleva un lustro ejerciendo un control de la categoría con una presencia en el tatami que no deja lugar a muchas especulaciones en torno a su supremacía. Bicampeón mundial (2012 y 2014), podría pasar a la historia por ser el primer peso pesado en alcanzar su tercer oro, consiguiéndolo además de forma consecutiva, lo que le igualaría en el medallero histórico con con otros superclase que militaron en otras categorías como José Manuel Egea (El Cairo 1988, Méjico 1990, Granada 1992), o Wayne Otto (Méjico 1990, Granada 1992 y Sun City 1996).

Erkan no es un competidor que arrolle en el marcador, se trata más bien de un competidor táctico pero que con la contundencia que imprime a sus acciones, consigue un doble objetivo, abrir brecha en el marcador y en la moral de sus rivales. Muy buen anticipador, con una pierna que utiliza certeramente tanto a la zona media como a la zona alta, el turco muestra pocas debilidades que hagan albergar esperanzas a sus contrincantes de poder hincarle el diente. Su presencia en el tatami es imponente transmitiendo una seguridad en sus combates, los cuales controla en todo momento. 
Tras su lesión de la temporada pasada está de vuelta y amenaza con perpetuarse en el primer puesto, difícil lo tendrán para hacerle doblar la rodilla. 




Si me preguntan hoy, a falta de pocos días para el inicio del campeonato, quién creo que puede conseguir desplazar a Erkan del escalón más alto del podium, no me lo pensaría dos veces para mencionar al marroquí Ouchen Achraf. En muy pocas ocasiones he visto sufrir tanto al turco como lo hizo en el Campeonato del Mediterráneo frente a Achraf, el marroquí con el marcador en contra apretó magistralmente empequeñeciendo al turco que terminó pidiendo la hora. Victoria final de Erkan pero que no sería de extrañar que le hubiera dejado huella por como se desarrolló el combate, no se trata de ganar o perder sino de la propuesta valiente y decidida del pupilo de Driss El Mannani, cuya derrota puede ser interpretada más bien como una victoria por la manera en la que se sucedieron los acontecimientos. Presten atención al representante de Marruecos, excelente competidor con un futuro espléndido por delante.





Lider junto a Noah Bitsch y Nika Tsurtsumia de la generación de oro del karate alemán, a Jonathan Horne sólo le falta el oro mundial para poner un broche a su carrera acorde con su calidad. Grandioso competidor con una manera de pelear más propia de un peso inferior que del gran peso pesado que es. No es nada fácil que un atleta de esas dimensiones se mueva con esa agilidad y velocidad de movimientos, contando además con un manejo letal del brazo adelantado lo que le confiere un control de la distancia en todo momento. Competidor muy frío y calculador cuya principal virtud es encontrar el momento preciso para lanzar su certero ataque, bien sea provocando que la situación ocurra o esperando pacientemente a que dicho momento se presente. Otro año más en el que Horne estará en disposición de alcanzar el cetro de campeón, el  propio campeonato y la composición de los emparejamientos serán como siempre determinantes para saber si está en condiciones de lograrlo.





Junto a Erkan el único que sabe lo que es conseguir ser campeón del mundo a título individual es el serbio Slobodan Bitevic (Belgrado 2010), aunque en honor a la verdad es de justicia señalar que lo consiguió en -84 kg. Magnífico atleta el serbio al que le ha costado algún tiempo adaptarse a la nueva categoría, en la que ya no contaba con el factor desequilibrante de una envergadura con la que marcaba diferencias en una división inferior. Tras ese período de adaptación Bitevic le ha tomado el pulso al peso grande y parece optar con firmeza a las deseadas preseas en el presente mundial. 





Sajad Ganjzadeh: enorme estuvo el iraní en el mundial de Bremen, tanto en individual realizando combates de muchos dilates, como siendo pieza clave de su equipo para llevarlo en volandas al título mundial. Uno de los mejores hombres en Bremen peso a peso parece haber desaparecido un tanto de la escena en este períplo de dos años. Subcampeón de Asia en la temporada 2015 como mejor resultado, no mostró un buen estado de forma en la cita continental a pesar que dicha medalla pueda llevarnos a engaño, ya que vio como el japonés Hideyoshi Kagawa le superaba sin que el iraní mostrase excesiva resistencia. Para mí será una incógnita su rendimiento, pero tengo en la retina lo que fue capaz de hacer en Bremen, así que en buena lógica hay que darle ese margen de duda a la espera de comprobar su estado actual. 
Su apariencia física que dista mucho de ser la de un competidor atlético es engañosa, Sajad es un hombre con una explosividad asombrosa y un gran poderío en el cuerpo a cuerpo, en el que aprovecha muy bien su bajo centro de gravedad para obtener ipones de bella factura.





De esa nueva hornada de pesos pesados que empieza a empujar con fuerza a los Erkan, Maniscalco, Horne y compañía destacaría a uno que a mi me gusta especialmente Ahmed Elasfar. Peso pesado de los que podríamos denominar “bajos” me parece un hombre con unas posibilidades increíbles. Rápido, coordinado, con recursos técnicos variados y con una cualidad común a todos los atletas del equipo africano, la determinación. 
Quisiera poner el acento en este aspecto que no es tangible pero que en mi opinión marca las diferencias en la alta competición. A nadie se le escapa ponderar aquellas cualidades fácilmente visibles, incluso para los no iniciados, pero hay otras que no son tan obvias y que considero sin miedo a equivocarme que en igualdad de condiciones, son las que determinan quién es el que llega y quién se queda en el camino pese a todo el talento que se pueda tener. Frases como “tienes que…”, “intenta hacer…”, “puedes hacerlo…” en la mayoría de los casos se quedan a mitad de camino entre la intención y la consecución del hecho. Sólo aquellos con esa capacidad para llevar a cabo lo que han planeado en su mente, son los contarán con más posibilidad de lograr su objetivo ya que lo que hagan lo harán al máximo de sus posibilidades, por el contrario el que no posee esa “determinación” no conseguirá sacar lo mejor de sí mismo o ni siquiera llegará a intentarlo.





A sus 18 añitos Tareg Hamedi ya sabe lo que es triunfar en la categoría senior. El año pasado se proclamó campeón del mundo en… ¡¡¡categoría junior!!!, y 11 meses después, en este mes de octubre en el que se celebra el mundial, consiguió vencer en el Open de Japón (Okinawa). Muy alto apunta el árabe cara al futuro, y se acerca a este campeonato senior con la intención de medir su potencial frente a los grandes aspirantes al podium. Seguramente este mundial le pueda llegar demasiado pronto, pero ya es un indicativo que con tan corta edad ya sea capaz de desenvolverse con la soltura que lo hace en los torneos del circuito mundial. Apunten este nombre porque o mucho me equivoco o será uno de las grandes estrellas WKF en poco tiempo.





Uno de los cabezas de serie será Jagoba Vizuete, condición que se ganó el pasado mundial realizando el mejor campeonato de su vida. Magnífico el torneo que se marcó Jagoba que se hizo acreedor a la medalla de bronce en un emocionantísimo combate que consiguió remontar en los instantes finales, para regocijo de los españoles que allí estuvimos presentes. Tan sólo Erkan fue capaz de eliminar al vasco, que no vencer, ya que tuvo que ser por la vía de la descalificación como consiguiera su objetivo ante la imposibilidad de traducir sus acciones en puntos que subieran al marcador. 
Ante esta situación tenemos a un Jagoba que ya sabe cual es el camino a seguir para el éxito, él ya sabe lo que es triunfar en un mundial y ahí estará de nuevo para intentar repetirlo. Respeto de sus rivales y buen hacer como es costumbre en el vitoriano no le van a faltar.





OTROS NOMBRES A SEGUIR: Moreno Sheppard (Holanda), Stefano Maniscalco (Italia), Salim Bendiab (Francia), Wellington Barbosa (Brasil), Filipe Reis (Portugal), Asiman Gurbanli (Azerbayán), Franklin Mina (Ecuador), Hideyoshi Kagawa (Japón), Almir Cecunjanin (Montenegro) y Franco Recouso (Argentina)

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