sábado, 10 de noviembre de 2012

Mundial París 2012 2a parte (grandes campeones)

La historia del karate deportivo en los campeonatos del mundo ha ido dejando una estela a lo largo de sus ediciones de grandes momentos y sobre todo de grandes campeones, de aquellos primeros deportistas con un estilo muy rudimentario donde la competición aún estaba en proceso de crecimiento hasta nuestros días, ha habido una evolución muy significativa, en algunos casos cabría decir que si comparamos combates de distintas épocas podría parecernos que son deportes distintos.
 En éste artículo intentaré hacer un resumen de los nombres o equipos que a mi juicio han sido mayores protagonistas en los campeonatos del mundo formando el Olympo de grandes campeones del karate deportivo mundial.

 DOMINIQUE VALERA: Pese a que nunca consiguió el título de campeón mundial individual, la gran importancia de este francés fue enorme en la evolución de la forma de combatir de los luchadores. En una época donde era ley el combate clásico lineal, exportado por los japoneses y seguido fielmente en todas partes del mundo, apareció Valera con un estilo mucho más vistoso para el espectador introduciendo además los barridos como parte importante de su amplio arsenal técnico y de muy poco uso hasta ese momento. En la memoria de los karatekas más antiguos aún permanece la tangana que se formó en 1975 en el campeonato del mundo de Long Beach enfrentándose a los árbitros, lo que le costó la expulsión del torneo. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que Valera fue el primer gran campeón de nuestro deporte.

 OTTI ROETHOF: holandés de nacimiento consiguió el título mundial en 1977 en la segunda ocasión en la que los campeonatos del mundo visitaban la ciudad de Tokio. Hay que recordar que éste fue el último torneo mundialista en la que la categoría individual era Open, con lo que la obtención de alguna medalla era si cabe aún más meritoria. Otti fue el líder de una gran generación de karatekas holandeses que por qué no decirlo marcaron una época en el concierto internacional. Haciendo del contraataque la base de su trabajo, tanto Otti como el equipo nacional de Holanda fueron temibles durante años, hombres como Reeberg, kallenbach, Royers, Josepa o Mossel son un buen ejemplo de ello.

 LA GRAN BRETAÑA DE TICKY DONOVAN: Aún hoy perdura el hito conseguido por este equipo que se erigió como invencible durante el período que abarca desde Taipei 1982 hasta Méjico 1990. En ese espacio de tiempo los británicos comandados por Donovan vencieron en todos los mundiales en la modalidad de kumite equipos masculino de manera consecutiva ( Taipei 82, Maastricht 84, Sidney 86, El Cairo 88 y Méjico 90).
Apoyados por atletas de enorme talento que en europeos competían bajo diferentes banderas y que para los mundiales se unían formando una escuadra espléndida, hombres en muchos casos de color con un talento atlético natural que tuvieron en sus amplios desplazamientos y su concepto táctico basado en la supremacía técnica sobre el rival la base de su éxito. Jeoff Thompson, Vic Charles, Atkinson, Sailsman, Mervyn Ettienne, Fleming, Pat Mckay y en una segunda y tercera remesa Ian Cole, Willie Thomas, Wayne Otto o Paul Alderson fueron grandes campeones de las islas que conformaron el equipo pentacampeón del mundo.

 VIC CHARLES: La irrupción de éste atleta coincidió con el declive de otra estrella también británica como Jeoff Thompson, Charles consiguió dos títulos mundiales individuales del peso pesado, uno de ellos en Sidney enfrentándose en la final al anteriormente mencionado Thompson, pocas veces en la historia se han dado finales entre componentes de un mismo equipo nacional, tras el mundial de Méjico en 1990 se limitó a un sólo representante por país y por categoría. Su palmarés mundialista podría haber sido aún más amplio de no haber caído derrotado en dos de las tres finales que disputó en El Cairo. Conseguido el oro en equipos luego perdería ante un incontenible Emmanuelle Pinda en la final del extinto +80 kg para repetir resultado en la final del Open Ippon Shobu, modalidad que desapareció tras el mundial 92 debido al alto grado de lesiones al realizarse ésta sin protecciones, prueba de este elevado número de accidentes es esta misma final en la que Charles, claro favorito ante el italiano Luca Guazzaroni, en un lance del combate tras un mawashi geri jodan deja noqueado al italiano, siendo descalificado con el consiguiente disgusto de la delegación británica.
 Una auténtica maravilla de competidor que no sólo está en el grupo de los elegidos por su palmarés sino por su estética forma de enfrentar los combates, a pesar de sus grandes dimensiones su movilidad era más bien la de un peso ligero, unas cualidades atléticas que marcaron diferencias para convertirlo en dominador en su época, a pesar de ser contemporáneos suyos grandes deportistas de la talla de los franceses Ruggiero, Pinda, Pyree, el sueco Daggfelt o su propio compañero Thompson, que hicieron del peso pesado la división más atractiva en esos años, memorables combates en la mejor época que ha vivido el peso más grande en sus años de historia.

 JOSÉ MANUEL EGEA: Hablar de José Manuel Egea es hablar de una fuerza de la naturaleza, desde muy jóven este madrileño demostró una determinación sólo comparable a los grandes mitos del deporte. Se mostraba arrollador en sus combates, nunca antes nadie interpretó y llevó a cabo la presión como comportamiento táctico como lo hizo él, con una defensa impenetrable y un repertorio técnico que si bien estaba cimentado en su gyaku de izquierda era bastante amplio, nunca antes un competidor dio una sensación similar de superioridad en el tatami, temido por sus rivales les arrinconaba hasta desesperarles superándoles con contundentes acciones que no dejaban lugar a las dudas.
Su enorme determinación y su potencia física hacían de él un rival difícilmente superable a pesar de no llegar al 1'80 de estatura en una categoría como la de semipesados en la que sus rivales eran mucho más altos que él. No exento de inteligencia táctica dominó una época para conseguir tres títulos mundiales consecutivos (El Cairo 1988, Méjico 1990 y Granada 1992) además de comandar a España en su segundo título por equipos en Granada 92, formando un equipo que en mi opinión es el más completo que ha tenido nuestro país, los J.J. Rubio, Oscar Olivares, Tomás Herrero, Fernando García, Juan Hernández, Víctor Alvarado Y José María Torres formaron una escuadra de leyenda firmando un campeonato en Granada que está con letras de oro en la memoria del karate español.

 WAYNE OTTO: En los últimos años del "reinado" de Egea irrumpió con fuerza el inglés Wayne Otto, su primera aparición mundialista fue durante el mundial de El Cairo, un jovencísimo Otto fue pieza fundamental en el equipo británico que consiguió el oro enfrentándose en la final al equipo de Holanda. Su primer título individual de los tres que adornan su palmarés fue dos años después en Méjico, nada menos que en la categoría Open donde hizo doblete con su primer puesto también en equipos. Su segundo entorchado en Granada en la categoría de -75 kg vino a confirmarle como el nuevo dominador del panorama internacional, dio un recital en todos sus combates viéndose únicamente en dificultades ante el español Tomás Herrero con el que disputaría la final en Kuala Lumpur dos años después. Final que bien podría haber ganado nuestro representante de no haber mediado la desgracia del K.O. que sufrió el inglés tras una patada de Herrero posterior al yame del árbitro.
Otto se mostró como un competidor longevo perdurando hasta el mundial de Madrid 2002, en el que haciendo un alarde de casta y pese a que sus cualidades habían menguado con el transcurso de los años, condujo a su equipo contra todo pronóstico a la final contra España. Su presencia no sólo fue importante a nivel emocional sino que resultó decisivo en todos los combates, especialmente en el de semifinales contra Irán, venciendo tras disputadísimo combate al también campeón del mundo Mehdi Amouzadeh en el combate que decidía la eliminatoria.

 ALEXANDER BIAMONTI: Heredero de una tradición de grandes campeones, Biamonti se formó arropado por una generación brillantísima que dio innumerables éxitos al karate francés. Si la elegancia se pudiera personificar lo haría en este deportista, poseía una clase en el tatami que pocos o ninguno han tenido. Sus recursos técnicos ilimitados hacían de él un competidor muy vistoso a la par que efectivo, desequilibrios y barridos de todo tipo, acciones de pierna desde cualquier situación en el tatami, velocísimos ataques y anticipaciones e incluso esquivas que hasta ese momento eran poco utilizadas, hacían las delicias de los iniciados, de los los neófitos y sobre todo de los espectadores.
 Pese a ser uno de los referentes en cuanto a karate deportivo se refiere, su palmarés mundialista individual no está a la altura de su categoría y de su repercusión como uno de los karatekas más grandes que ha dado nuestro deporte. Un sólo campeonato mundial individual contempla su palmarés (Río de Janeiro 1998) junto a otros tres en equipos, Francia encontró en él un baluarte y desde muy joven tuvo un papel preponderante entre sus compañeros.

 LA FRANCIA DE LOS CINCO MUNDIALES: El país vecino siempre ha sido uno de los referentes en cuanto a artes marciales se refiere en el plano general y en karate en particular.
En todas las épocas y circunstancias Francia tuvo grandes conjuntos e individualidades, desde aquellos primeros equipos que acudían a los campeonatos del mundo integrados por los Valera, Francis Didier, Guy Sauvin, François Petitdemange, Gilbert Gruss, Alain Setrouk... A la siguiente generación ya entrados los 80 con hombres como Jean Luc Montama, Patrice Ruggiero, Thierry Masci, Jacques Tapol, Claude Petinella, Marc Pyree o Emanuelle Pinda entre otros, para llegar a su generación de oro en la década de los noventa.
 Posterior al dominio de Gran Bretaña vencedora en cinco campeonatos del mundo consecutivos y tras un impasse con la victoria de España en el 92, irrumpió con fuerza una generación irrepetible de grandes competidores bajo la bandera de Francia, Kuala Lumpur 1994 fue testigo del nacimiento de un equipo glorioso que dos años antes ya apuntara muy alto con el bronce obtenido en Granada por un equipo mezcla de veteranía y mezcla de juventud. Los nombres del malogrado Alain LeHetet, Christoph Pinna, Michael Braun, Romain Anselmo, Alain Varo o Gilles Cherdieu junto a otros que vinieron posteriormente como Biamonti, Seydina Balde,,Yann Bayllon, Michael Chantalou u Olivier Beaudry, llevaron a su país a dominar durante cuatro ediciones consecutivas (Kuala Lumpur 94, Sun City 96, Río de Janeiro 98 y Munich 2000) en la modalidad de equipos y en muchos casos también en los diferentes pesos, dejando una impronta de equipo poderoso que en muchos casos llegó a parecer invencible.
 La racha de victorias iniciada en el año 94 se vio truncada con la derrota sufrida de manos de otro gran equipo, España, en la edición de Madrid 2002. En una polémica semifinal, como por otro lado es costumbre entre estos dos países, los Óscar Vázquez, Iván Leal, David Santana, Francisco Martínez y Ángel Ramiro hicieron la machada de apear de la final al temible equipo tricolor no sin antes crearse una situación de mucha tensión entre los deportistas franceses, árbitros e incluso el público, en uno de los episodios más vergonzantes protagonizados por el equipo galo a lo largo de su historia, por espacio de más de media hora permaneció el campeonato parado mientras los franceses se negaban a abandonar el tatami en señal de protesta, tras haber perdido su eliminatoria contra los españoles.
 Ese título que se les escapó les espoleó con mucha más fuerza para volver a recuperar el trono perdido en el certamen celebrado en Monterrey (2004), en una final donde se enfrentaron a España, se tomaron cumplida revancha venciendo sin dar ninguna opción a los españoles en el que sólo Iván Leal fue capaz de vencer en su combate a Chantalou.
Cinco fueron los títulos que consiguió ganar Francia, que bien pudieron haber sido seis consecutivos, batiendo el récord de Gran Bretaña de no haber sido porque ese gran equipo de España, por otro lado especialista en truncar rachas triunfales (recordemos Granada 92), les venciera en esa antológica semifinal allá por el mes de noviembre del 2002. Una España que dicho sea de paso, también sucedió en el palmarés a Francia en Tampere 2006.

 RAFAEL AHGAYEV: Un rey sucede a otro rey, la historia así se escribe y en éste caso tampoco podía ser de otra manera. El campeonato de Europa del año 2004 en Moscú fue el escenario en el que dos de los más grandes karatekas que haya habido jamás se enfrentaran en una final, Biamonti ganador de nada más y nada menos que nueve títulos europeos consecutivos se plantó en el último combate como era costumbre en él sin aparentes dificultades, el rival un desconocido y jovencísimo azerí apuntaba ser otra víctima más de la voracidad de éste gentleman del karate que hasta ese momento era auténticamente intratable en los campeonatos de Europa. Contra todo pronóstico el joven Rafael pasó por encima de un aturdido Biamonti que no se creía lo que estaba pasando. Éste combate supuso el punto de inflexión, el momento histórico en el que las carreras de éstos dos fenómenos se cruzaron para separarse definitivamente, ya que Biamonti poco tiempo después anunciaría su retirada de la alta competición. Había nacido el mayor campeón que ha dado el karate en su modalidad de kumite, y que a día de hoy sigue desarrollando una exitosísima carrera sin que se vislumbre de momento donde estará su techo. Nada menos que cuatro campeonatos del mundo ha conseguido el fenómeno Aghayev (Tampere 2006, Tokyo 2008 -70 y Open y Belgrado 2010) cuyo mérito estriba no sólo en haber acaparado todos los títulos posibles a nivel individual, sino en impulsar a su país Azerbayán a ser una de las potencias actuales a nivel mundial.
En su haber está el ser el único competidor que ha conseguido hacer doblete en una misma edición, en Tokio 2008 venció al egipcio Mohamed Abdelraouf en su peso de -70 kg, para repetir victoria ante el griego Margaritopulos erigiéndose en el último vencedor de la categoría Open, ya que desaparecería tras este mundial del programa de la WKF. El ser el único tetracampeón del mundo en kumite no debe tapar el aporte que ha realizado este hombre nacido en Baku al karate mundial, su forma de pelar ha dado una vuelta de tuerca más al virtuosismo en el combate, ha introducido las proyecciones como parte importantísima de su estilo singular, así como las esquivas de cintura inspiradas en su predecesor Biamonti pero que con Aghayev han llegado a un punto excelso en su ejecución.
Aghayev es un paso más en el proceso evolutivo del competidor de kumite, hablamos de un atleta que no deja indiferente a nadie, unos le aman y otros le odian, pero al que prácticamente todos intentan imitar en su forma de competir, si no de forma directa en cuanto a su estilo si indirectamente en su forma singular de interpretar el componente técnico-táctico en el combate. Su influencia ha sido y está siendo fundamental en el desarrollo evolutivo del kumite de competición e incluso en el reglamento.
 Así pues, estamos en la era de dominación de éste azerí cuyo fin o declive no se vislumbra por el momento, a pesar de que sus rivales han "aprendido" a ganarle sigue siendo el mejor y no tiene pinta de aflojar el pistón en los próximos años, de seguir en la misma línea que todo parece indicar que sí, su palmarés será difícilmente igualable para las futuras generaciones de campeones.

 GUUS VAN MOURIK: Hasta aquí hemos hablado de kumite masculino, pero al igual que en categoría masculina también podemos citar grandes campeonas en el género femenino. Pese a que podemos hablar de muchas y muy grandes competidoras es más complicado mencionar mujeres que marcaron una época, la igualdad ha sido la nota dominante a lo largo de los años. Como excepción de esa norma está la inigualable Guus Van Mourik, su hegemonía fue total y absoluta hasta el punto de retirarse imbatida en europeos y mundiales, nada menos que cuatro títulos mundiales consecutivos hicieron de esta holandesa la mejor competidora que jamás haya existido. Haciendo del ataque su arrolladora estrategia con la que descabalaba a sus oponentes, iban cayendo una tras otra todas las medallas en juego. Infundía más que respeto temor en sus rivales que veían en ella a alguien insuperable no sólo por sus victorias, sino por su temperamento y fiereza en los combates, a pesar de no ser una competidora excesivamente corpulenta para su categoría de +60 kg.

 YUKO HASAMA: No podríamos decir que la japonesa Hasama fuera precisamente una deportista que marcara una época, pero sí que en éstos años destacó por encima de sus rivales. Militaba en la categoría de -53 kg en la que consiguió los títulos mundiales en El Cairo 1988 y en Méjico 1990. Tras su tercer puesto en Sidney 1986 se plantó en las finales de los certámenes siguientes, venciendo con claridad a sus rivales la francesa Girardet y la mejicana Flores por ese orden en los años 88 y 90.
Fiel representante de la escuela japonesa, llevó al grado máximo la aplicación de la velocidad en sus acciones ofensivas y contraofensivas. Con un concepto del combate basado en el trabajo técnico a través del kihon, la valentía y el trabajo lineal, el karate japonés encontró en Hasama una de sus mejores exponentes.
 Como la mayoría de los karatekas japoneses desapareció de la escena internacional muy pronto, pero dejando tras de sí una estela de gran campeona plagada de escenas espectaculares basadas principalmente en la velocidad endiablada de sus acciones.

 CATHERINE BELRHITI: Si la vistosidad fuese el parámetro seguido por mí en esta selección de deportistas, desde luego que la francesa Belrhiti no estaría entre los escogidos. Una karateka muy limitada con el único recurso técnico del gyaku tsuki y la contra-anticipación como comportamiento táctico casi exclusivo.
Estas grandes limitaciones hicieron en ella desarrollar un gran instinto en el combate y una inteligencia táctica demoledora, consciente de su inferioridad física dormía los combates llevando a los oponentes a su terreno, difícilmente podíamos ver un combate suyo con un ritmo trepidante o de muchas acciones, sus eliminatorias se decidían en situaciones aisladas cuando sus oponentes habiendo perdido el timing y el tempo del combate, eran sorprendidos por sus contras o anticipaciones en el momento exacto de mayor efectividad potencial, tanto para las acciones puntuadoras como para el resultado final del combate.
Sus victorias en los mundiales de 1990 frente a la italiana Sartirani y de Granada 1992 frente a la turca Firat la presentan como una de las mayores campeonas del karate mundial.


YIDIZ ARAS: Bicampeona mundial (Munich 2000 y Tampere 2006), la turca Aras fue una de las impulsoras junto con Haldun Alagas, HAkan Yagli, Veysel Bugur , Celik y Bahattin Kandaz de lo que hoy en día es un exitoso equipo turco. Sucediendo en el peso pesado a su compatriota Firat, subcampeona del mundo 1992,  no fue en su peso donde consiguiera sus mejores logros, sus dos medallas de oro mundiales las consiguió en Open situándola en un hipotético ránking de la categoría en primer lugar.
Aras coincidió en el tiempo con otras grandes campeonas con las que libró batallas como la española Gloria Casanova,  la diferencia entre ambas era inexistente si bien la turca consiguió mejores resultados individuales la canaria de haber contado con algo más de fortuna podría haber estado ocupando ese mismo lugar, prueba de ello son las dos finales perdidas por Gloria (Munich 2000 y Tokio 2008) ambas frente a rivales niponas, la última de ellas in extremis en el hantei (decisión) con dos banderas para la española por una de Yuka Sato más el voto de calidad del árbitro central, que decantó la balanza para la japonesa.
Volviendo a Aras, de ella destacaríamos su corpulencia y potencia física, prueba de ello son la gran cantidad de barridos y desequilibrios que intentaba y conseguía llevar a buen puerto en la mayoría de sus combates.
Junto a Gulderen Celik formó la columna vertebral de un conjunto turco campeón del mundo, que durante años estuvo junto a España y Francia reparténdose los podiums internacionales.

LAURENCE FISCHER: la francesa Fischer fue la líder de un gran equipo francés de la década del 2000, junto a Natalie Leroy y Nadia Mecheri formaron un gran equipo que como comentamos en líneas anteriores junto a Turquía y España pugnaron por las preseas en europeos y mundiales como principales favoritas.
Fischer que militó en la división de +60 kg también tuvo apariciones en categoría open pero fue en la primera donde obtuvo sus principales triunfos. Campeona del mundo en Río de Janeiro 1998 frente a la australiana Beevart, repitió medalla en Tampere 2006 en el año de su retirada. Fischer puso un broche de oro a su exitosa carrera subiendo a lo más alto del podium al derrotar a la japonesa Ayaka Arai en la categoría de +60 kg.
Fue otra de las grandes rivales de Gloria Casanova, y al igual que antes comentamos con Aras la igualdad entre ellas era enorme, sus enfrentamientos siempre decisivos eran espectaculares decantándose la balanza en el plano individual para la francesa, mientras que en equipos Gloria solía llevarse el gato al agua, como muestra el mundial de Madrid 2002 donde Gloria pasó por encima a Fischer en la final de equipos llevándose el primer puesto en conjuntos, mientras que Fischer hiciera lo propio en individual en un discutido combate, dejando fuera a la canaria de los puestos de honor al caer la francesa frente a Elisa Au, a la postre Fischer se colgaría la medalla de bronce.

 ELISA AU: de origen hawaiano, la americana es la única fémina en la modalidad de kumite que posee tres campeonatos mundiales individuales, además de tener el honor de ser la única mujer que ha hecho doblete en el mismo campeonato del mundo en su peso (+60 kg frente a la holandesa Vanesca Nortan aún en activo) y Open (la alemana Nadine Ziemer). Este dato ocurrió durante el transcurso del campeonato de Monterrey 2004 donde se erigió en la auténtica heroína de la cita.
 Elisa destacada competidora de la zona panamericana no tuvo un papel protagonista en los mundiales hasta el año 2002 en los que consiguió su primera medalla de oro derrotando a la húngara Klima. Su forma de pelear más cercana al estilo japonés no estaba exenta de pinceladas occidentales con lo que su peculiar forma de combatir no pasaba desapercibida a nadie. Muy veloz para la categoría en que militaba, tenía una preparación físico técnica muy buena que le permitía imprimir un alto ritmo en sus combates.
 No podríamos hablar de dominio como tal de la americano durante su reciente época deportiva, pero sí de una mujer que sin ser la mejor objetivamente de sus contemporáneas sí que fue la que más resultados obtuvo, con lo que por méritos propios pertenece al grupo de mejores campeonas de la historia.

 LOS HERMANOS HASEGAWA: Hasta aquí hemos desmenuzado los más importantes protagonistas del kumite tanto masculino como femenino. Junto a ellos y no con menos importancia han brillado con luz propia enormes campeones del kata, esta modalidad tan hermética y de estructuras tan rígidas ha sido históricamente poco propicia a los cambios o a los procesos de evolución. En un principio era impensable que un occidental si quiera osara discutir la supremacía japonesa en lo que ellos consideran patrimonio suyo.
 Si hay que citar por número de éxitos en primer lugar a algún representante de esta modalidad sin duda hay que empezar por el equipo japonés integrado por los hermanos Hasegawa, este hecho singular en cuanto al parentesco no ha de ser óbice para priorizar este dato sobre el hecho mucho más importante de que consiguieron ganar en seis ocasiones consecutivas el campeonato del mundo.
 Su reinado comenzó en nuestro país durante el mundial celebrado en la ciudad de Granada, Yukimitsu, Shinichi y Katsuhide consiguieron el primer lugar por delante de la España de Juan Carlos de la Fuente, Javier Hernández y Alfonso Sánchez, tras este primer logro se sucedieron los títulos uno detrás de otro cada dos años en el evento mundialista hasta el año 2002, curiosamente también en nuestro país y también contra España en disputada final en el que fue el primer evento mundialista con el reglamento por banderas y enfrentamientos directos, dejando de lado el antiguo sistema de puntuaciones, también fue la primera ocasión en la que se realizó un bunkai (aplicación) para dirimir el vencedor en la final, ambos equipos realizaron Chatanyara no Kushanku con su respectiva aplicación.
Fieles exponentes del estilo Shito Ryu no se les puede identificar con un kata en concreto, a lo largo de su amplia trayectoria realizaron en finales katas como Suparinpei, Chatanyara o Annan, por el contrario a Yukimitsu en su carrera individual se le recuerda principalmente por su precioso Matsumura no Bassai.
Para encontrar una derrota de los hermanos Hasegawa tenemos que trasladarnos hasta la edición del 2004 en la ciudad mejicana de Monterrey, en la que el equipo italiano comandado por Luca Valdesi y acompañado por Vincenzo Figuccio y Lucio Maurino desplazaron del primer lugar al equipo japonés, repitiendo la azaña que catorce años antes habían protagonizado en el mismo país mejicano otra formación de transalpinos, con Darío Marchini y Paolo Acri al frente.
El equipo se desmembró en la edición siguiente con la desaparición de Katsuhide entrando en la formación el joven Itaru Oki, en esta ocasión se tuvieron que conformar con el bronce, suponiendo este torneo la retirada de los campeonatos mundiales de Yukimitsu y Shinichi.

 TSUGUO SAKUMOTO: El mayor legado deportivo de éste okinawense de nacimiento es la personalísima ejecución del kata Annan del estilo Ryuei Ryu del maestro Nakaima, desconocido hasta ese momento. Con este kata Sakumoto se dio a conocer en el mundo entero, a día de hoy raro es no ver a un practicante del estilo no sólo Ryuei Ryu sino de Shito Ryu o incluso de Goju Ryu ejecutando este kata.
 Su aparición en el mundial de Maastricht de 1984 a una edad avanzada fue el inicio de un dominio que perpetuó hasta el año 1988, pasando por Sidney 1986. Sus rivales más importantes fueron el italiano Darío Marchini, dominador en Europa pero que nunca consiguió superar al japonés y el también nipón Tomoyuki Aihara que al igual que el italiano tuvo que esperar su oportunidad a la retirada de Sakumoto para vencer en Méjico 90.
Hoy día Sakumoto es un reputado maestro que pertenece al comité técnico de la Japan karate Federation colaborando en la inagotable cantera de kateros que posee el país del sol naciente, además de ser cabeza visible y principal embajador del estilo Ryuei Ryu a nivel mundial, tan de moda en competición por katas como el anteriormente citado Annan, Paiku, Heiku o Pachu.

 MIE NAKAYAMA:A casi todos los grandes campeones de kata se les identifica con un kata con el que dejaron su sello durante su trayectoria deportiva. Ese es el caso de la tricampeona mundial la japonesa de Shito Ryu Mie Nakayama, con el kata Nipaipo tuvo sus mayores éxitos y fue seguida por innumerables deportistas que intentaban emularla imitando su manera de hacer y no sólo su tokui kata.
Nakayama debutó a nivel internacional en los campeonatos del mundo celebrados en Madrid en 1980, en el primer certamen de katas del torneo más importante del mundo. Su segundo puesto por detrás de la también japonesa Omamura fue el preludio del domino de Mie que se extendió desde la edición del campeonato del mundo del 82 en Taipei hasta Sidney 86, pasando por Maastricht 84.
Su rival más importante fue la taiwanesa Chu y su compatriota Tajima, aunque en honor a la verdad nunca estuvieron cerca siquiera de ganarle. En un estilo sobrio sin grandes alardes y sobre todo muy correcto en la ejecución técnica Nakayama cimentó sus éxitos, no destacaba precisamente por su explosividad ni potencia aunque sus movimientos no estaban exentos de velocidad de ejecución, principalmente en el tren superior y sobre todo de un gran control final de la técnica.

 YUKI MIMURA: La sucesora de Nakayama fue Mimura, perteneciente al estilo Shotokan consiguió superar a su predecesora con cuatro títulos mundiales tres de ellos consecutivos (88,90,92 y 96). De no ser por la inoportuna lesión de rodilla que le dejó fuera del mundial del 94, a buen seguro sería hoy día la competidora número uno en el ránking de victorias. Fiel a sus katas de siempre Kanku Dai, Gojushiho Dai y sobre todo Unsu marcó una diferencia abismal con todas sus rivales excepto con Hisami Yokoyama que si bien no llegó a inquietarla sí que su nivel si que estaba a la altura para hacerle frente.
 La oportunidad para Yokoyama abonada siempre a la plata llegó en la ciudad de Kuala Lumpur en Malasia en la que por fin pudo alcanzar el escalón más alto del podium. De no haber coincidido en el tiempo con Mimura probablemente Yokoyama habría dominado con su tremenda elegancia y a través del kata Chatanyara Kushanku los campeonatos internacionales. Desde aquella primera vez que Hisami relizara el kata Chatanyara allá por 1988 muchos han sido los que la han seguido imitando su kata preferido, al igual que en el caso de Sakumoto con Annan, Chatanyara es de uso común entre los practicantes de Shito Ryu hoy día.
De Mimura destacaríamos su velocidad de ejecución algo en lo que hasta ese momento se había prestado escasa atención desde el país con más tradición en kata. Poseía una gran presencia en el tatami transmitiendo ese algo que sólo los japoneses saben tranmitir, especialmente en su kata Unsu con el que se hacía el silencio en cada ocasión en que lo realizaba llegando a un nivel de excelencia difícilmente igualable, más allá de ejecución técnica o de consideraciones físicas como potencia o velocidad, la sensación al ver un kata de Mimura era la de disfrutar de lo que estaba haciendo ya que encandilaba a los presentes que tuvieron la suerte de verla evolucionar en un tatami.


 ATSUKO WAKAI: encadenando la saga de grandes dominadoras del kata femenino mundial provenientes de Japón, apareció en escena Atsuko Wakai. Tras la retirada de Mimura, Wakai tomó el relevo de aquella venciendo de manera consecutiva en los cuatro campeonatos mundiales que le siguieron (98,00,02 y 2004). Con el kata Suparinpei esta practicante del estilo Seigokan (rama de Goju Ryu del Maestro Seigo Tada, alumno de Chojun Miyagi) dominó con autoridad a todas sus rivales durante ese largo período de tiempo, rivales como la francesa Myriam Szkudlarek plata en tres de los cuatro oros logrados por Wakai.
De haber continuado unos años más en activo estoy convencido de que hubiera tenido muchas posibilidades de perpetuar su dominio ya que sus sucesoras en el palmarés no han llegado ni de lejos al nivel que ella o sus predecesoras alcanzaron, el nivel y la excelencia de las campeonas del mundo ha decaído ostensiblemente en los últimos torneos mundialistas con campeonas de un nivel en mi opinión inferior, como ejemplo la italiana Sara Battaglia o la venezolana Yohana Sánchez y en menor medida la vietnamita Nguyen. Atsuko destacó principalmente por la vivencia que imprimía a sus katas y un trabajo de cadera muy superior al de sus rivales.
 En la actualidad Japón después de tres ediciones en las que no ha conseguido recuperar el título que dominó durante toda la historia de los campeonatos, llega al mundial de París con una representante de fuste digna heredera de campeonas de la talla de Omamura, Nakayama, Mimura, Wakai y por qué no decir también Yokoyama. En los últimos dos años Rika Usami se ha postulado como gran favorita dominando el circuíto, manteniendo la esencia que ha mantenido siempre a su país a la vanguardia del kata deportivo, una esencia basada en la supremacía de la técnica no sólo postural sino de desplazamientos, en los recorridos en las técnicas de brazos siempre sin estridencias y ausentes de tensión en el tren superior, ha añadido a todo ésto el componente de una mayor velocidad de ejecución que hasta ese momento no habíamos visto en un japonés, con la excepción hecha de Mimura.

 LUIS MARÍA SANZ: La importancia de Luisma, (como era conocido el vallisoletano) al que he querido incluir en esta selección, fue derrocar por primera vez en la historia a los japoneses en kata masculino.
 Después de años de duro trabajo tuvo que ser la ciudad de Granada, en un polideportivo abarrotado de seguidores deseosos de presenciar la gesta, la que fuera el escenario ideal para que un no japonés consiguiera quedar campeón mundial de la especialidad. En una apretadísima competencia este karateka de Shotokan fue capaz de sobreponerse a las primeras rondas del torneo en las que Ryoke Abe le superaba en puntuación, pese al soberbio Enpi de la primera ronda y el magnífico Gojushiho Sho de semifinales Luisma llega a la final por detrás del japonés por un escaso margen. En la final y tras un pequeño desequilibrio de Abe en el Kururunfa, Sanz avanza con paso firme hacia el tatami, todo se le había puesto de cara pero había que hacerlo... los árbitros siempre propensos en igualdad de condiciones a inclinarse hacia los nipones aún tenían que otorgar al español la puntuación necesaria para obtener el triunfo. Con una histórica ejecución del kata Unsu Sanz arrancó los aplausos de un publico entregado que le llevó en volandas hacia el oro. Puntuaciones arriba y... estaba hecho, ¡¡¡¡Luis María Sanz campeón del mundo!!!!!.
Además de este gran triunfo Luisma obtuvo dos bronces más en Méjico 90 y Malasia 94.


 MICHAEL MILON: La historia de este francés es la de un hombre que revolucionó los cimientos del hasta su aparición rígidos conceptos del kata deportivo. Como un auténtico torbellino irrumpió en escena, priorizando en sus katas el apartado físico por encima del técnico. Sus katas precisos y potentes no admitían comparación con nada visto anteriormente, era realmente impresionante verle competir imprimiendo una potencia y una velocidad a sus movimientos que causaban sensación tanto en el estamento arbitral como en los espectadores. Los gyaku tsuki en cuatro direcciones que realizaba en el kata Unsu aún hoy viéndolo en vídeo siguen causando admiración.
El mundo del kata evolucionó tras su aparición en cuanto a los sistemas de entrenamiento buscando optimizar los recursos físicos hasta este momentos no descuidados pero sí en un segundo plano con respecto a los técnicos. Podríamos decir sin temor a equivocarnos que la aparición de Milon supuso la gran revolución del kata mundial, especialmente en occidente, ya que en Japón y sus países seguidores siempre mucho más herméticos, se mostraron no del todo impermeables ya que algo si que se vieron influenciados, pero sí se mantuvieron un tanto al margen de esta poderosa corriente proveniente de Europa.
Michael Milon fue campeón del mundo en 1994, 1996 y el 2000, en la edición de 1998 se vio superado por el japonés Abe, su enconado rival que después de muchos intentos de alcanzar el título primero sucumbiendo ante Sanz y luego con el francés, pudo batirle en Río de Janeiro ante la decepción del equipo francés y por qué no decirlo de la disconformidad de muchos de los allí presentes con el resultado. La revancha para Milon vendría en Munich en el campeonato de su retirada, el campeón francés en un nivel un tanto inferior al de otras ocasiones consiguió batir a Abe nuevamente colocando las cosas en su sitio. En este torneo la fuerte oposición que tuvo Milon para vencer no vino solamente de parte de Abe sino de un emergente Luca Valdesi que para muchos tenía que haber estado más cerca del título de lo que nos indica ese bronce final obtenido.
La aparición de nuevos rivales unidos a los escarceos de Michael en el mundo del cine le alejaron de los tatamis definitivamente. Michael Milon murió trágicamente a los treinta años añadiendo aún más si cabe la vitola de mito a éste hombre cuya trayectoria puede gustar o no pero que a nadie deja indiferente.

 LUCA VALDESI: Como sucede en todos los órdenes de la vida, el ser humano es capaz de superarse. En la misma línea iniciada por Milon y teniendo a éste como referente surge una versión mejorada del francés, y digo mejorada en cuanto a algunos aspectos pero no en el de la impronta de Michael en el tatami, cuya presencia era mucho más impactante bajo mi punto de vista.
Luca es un atleta impresionante, posee una velocidad de ejecución en sus desplazamientos y una potencia en sus técnicas que le hacen ser muy superior a sus rivales que no imbatible, en una eliminatoria puntual con un kata determinado (Suparinpei) el venezolano Antonio Díaz es capaz de derrotarle pero en el concepto general el italiano es más completo que el criollo kata a kata.
Valdesi además ha sabido personalizar su estilo utilizando el kata de Shotokan Gankaku, desechado durante años por los competidores de kata, y rescatado por el italiano llevándolo a un nivel de excelencia inigualado y mucho me temo que inigualable. Los yoko geris yodan criticados por algunos al no ejecutarlos keage (ascendente) como marcan los cánones en shotokan, son de un virtuosismo sublime. Una auténtica delicia verle hacer este kata a Valdesi.
 Sus tres títulos de campeón del mundo le colocan al nivel de Milon y Sakumoto, aunque el italiano posee además un subcampeonato (igual que Milon) y un tercer puesto en Munich 2000. Cercano a su retirada está en busca de su cuarto título que le situaría en el primer lugar en el ránking histórico, para ello habrá de superar al actual campeón el venezolano Díaz que defenderá su título a mediados de este mes en la capital del país galo. Preciosa se presenta la pugna entre estos dos campeones aunque parece por los últimos resultados que Díaz ha cobrado ligera ventaja en cuanto al favoritismo tras sus recientes victorias ante el italiano.

2 comentarios:

  1. EXCELENTE TEXTO DE LA HISTORIA RECIENTE DEL KARATE DEPORTIVO.
    COMO EL BUEN CAFÉ HA SIDO CORTO PERO INTENSO, Y PARA LOS QUE HEMOS VIVIDO PARTE DE ESTA ÉPOCA DORADA ESTOS COMENTARIOS SON CAPACES DE RETROTRAERNOS A ESOS MOMENTOS LLENOS DE RECUERDOS Y AMIGOS QUE ES EL MAYOR TESORO QUE PODEMOS TENER DE NUESTRO DEPORTE.
    GRACIAS Y ENHORABUENA
    JESUS JUAN RUBIO

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  2. yo aqui echo de menos los podiums que ha cogido el equipo español femenino en kumite en los ultimos años!! jajajaja como española que soy!!
    pero esta claro que has puesto a grandisimos mitos!! a mi, particularmente, Biamonti me encanta como peleaba.
    :D besos

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