Notables ausencias nos dejan en la previa del campeonato con un sabor de boca agridulce, algunos de los mejores exponentes del karate deportivo mundial no tomarán parte en un evento que promete ser de los de mayor calidad de la historia, tanto en lo deportivo como en lo organizativo. La estrella más rutilante de la última década, el azerbayano Rafael Aghayev, ha anunciado recientemente su no asistencia a un campeonato en el que hubiera aspirado a conseguir su quinto entorchado, hito nunca antes conseguido por ningún atleta de forma individual, ni en kata ni en kumite.
Junto a él otros nombres ilustres del panorama internacional tampoco estarán en la que durante días será la capital mundial del karate. El griego Tzanos es uno de ellos, una lesión en bíceps le ha llevado a ser intervenido quirúrgicamente dejándole fuera del mundial, los plazos de recuperación de ninguna manera encajaban con el tiempo de preparación restante para la gran cita, una pena ya que el competidor heleno era uno de los más firmes candidatos al oro en la categoría de semipesados.
Mismo caso que el anterior, es decir por lesión, es el que ha tenido que sufrir el actual campeón mundial de -84 kg Kenji Grillon, en este caso su rodilla es la causante de que el francés haya tenido que apearse del tren mundialista, a pesar de haber realizado un esfuerzo titánico por recuperar su maltrecha rodilla a tiempo.
Por otros motivos menos traumáticos no podremos disfrutar de uno de los competidores más atractivos para el público de los últimos años, el japonés Kou Matsuhisa decidió emprender el camino de su retirada consiguiendo el título de campeón en la Japan Cup 2012, meses después de colgarse la presea de bronce en el magnífico escenario del París Bercy.
El padre del famoso "escorpión", una de las mejores piernas del circuíto, ha supuesto con su ausencia una seria baja para el equipo nipón. Matsuhisa ha dado un paso al costado dejando una estela de triunfos y actuaciones memorables que aún permanecen en la retina de los aficionados. Sus apasionantes enfrentamientos frente a Aghayev han pasado a la historia de los campeonatos como auténticas joyas imprescindibles en la videoteca de cualquier aficionado al karate que se precie.
A continuación intentaré acercarles un poco al campeonato adentrándome en las diferentes categorías, para lo cual elaboraré un análisis lo más certero posible, intentando darle el mayor rigor posible y fundamentando mis conclusiones en base a informaciones objetivas, (resultados, palmarés visionado de vídeos...) y también por qué no decirlo de mi gusto personal, del cual es muy difícil abstraerse.
KUMITE -60KG: El peso más bajo del programa siempre espectacular por la increíble movilidad y velocidad de los atletas, no nos presenta un claro favorito, al menos no en la medida de otras categorías, o de otras épocas, donde el liderazgo de determinados competidores es o ha sido mucho más acusado.
El actual campeón el iraní Amir Mehdizadeh acude a la cita con todas las garantías, sus últimas apariciones se cuentan por victorias, oro en los campeonatos del mundo universitarios, oro en el open de Okinawa y oro en los Asian Games de Incheon. Pese a estos resultados no le será fácil repetir lo de hace dos años en París, en esta ocasión no contará con el factor sorpresa a su favor, por lo que sus rivales estarán con la escopeta cargada para, si no son capaces de vencerle en un combate a pecho descubierto, al menos dificultarle sus acciones para provocar en él errores en cadena de los que puedan sacar tajada, es decir no se trata de ganarle sino de hacerle perder.
Amir es un competidor aguerrido que se muestra con una excepcional puntería en casi todas sus acciones ofensivas, es de los pocos competidores hoy en día cuya eficacia en las acciones chudan se acercan porcentualmente a guarismos más que aceptables. Acciona y reacciona con enorme rapidez y se desenvuelve con gran solvencia en combates en los que el componente físico es determinante. Duro y agresivo con una sobresaliente determinación en todo lo que hace quizá tenga en la movilidad su punto más débil, aunque ni mucho menos es torpe o poco resolutivo en este tipo de situaciones dinámicas.
Otro de los nombres propios de la categoría es el del brasileño Douglas Brose, un hombre que suele preparar concienzudamente la cita mundialista, prueba de ello es que en los últimos tres mundiales no se ha bajado del cajón (bronce Tokio 2008, oro 2010 y plata 2012). Sus recientes derrotas frente a Mehdizadeh y Aykut Kaya de Turquía, no restan un ápice de favoritismo a uno de los luchadores más inteligentes del peso. Douglas rentabiliza muy bien sus acciones ofensivas cimentando su capacidad puntuadora en un buen balance defensivo. Así pues, ojo con el brasileño, por experiencia y capacidad será un rival temible.
Una de mis apuestas en este peso es la del turco Aykut Kaya, un hombre con un talento excepcional pero que hasta ahora no ha sabido rentabilizar las enormes potencialidades que posee. Alto, con buena envergadura para el peso, posee una facilidad abrumadora para patear, aunque en honor a la verdad tampoco posee unos números sobresalientes que respalden esta afirmación. Podría ser éste el momento de la explosión de Kaya pero para ello habrá de dejar en la cuneta, si es que el sorteo así lo depara, a rivales de la importancia de Luca Maresca o del español Matías Gómez entre otros.
El escurridizo italiano Luca Maresca, con una manera de desenvolverse en el tatami que provoca hilaridad entre sus rivales, llega a Bremen posicionado como serio aspirante al título. Oportunista como nadie, sabe captar los momentos en los que el efecto potencial de su técnicas sea superlativo. Peligrosísimo en el cuerpo a cuerpo por su facilidad para desplegar la pierna. Desparpajo y habilidad son sus mejores cartas de presentación.
Mención aparte merece nuestro gran campeón Matías Gómez, el manchego que no se ha prodigado en exceso en su preparación pre mundialista, será otro de los rivales a evitar. Tras un período de lesiones que hicieron mella en su confianza, Matías está totalmente recuperado y con la firme determinación de que esta pude ser su oportunidad. Matías gusta de ritmos altos y combates plenos de acciones, se trata de un competidor muy ofensivo que no elude el combate, quizá por ello cuando más sufre es frente a rivales predominantemente tácticos que dominan el combate hacia atrás y que seleccionan muy bien el momento de ejecutar sus acciones.
Algunos de los nombres a seguir en esta categoría serán el coreano Jee Hwan Li (Korea), David Tkebuchava (Georgia), Alexander Heinman (Alemania), Kalvis Kalnins (Letonia), Sofiane Agoujdil (Francia), Shintaro Araga (Japón) o el egipcio Mohamed Aly.
KUMITE -67 KG
Nada menos que 74 serán los participantes en esta categoría que por cantidad y calidad ha desplazado a la del peso inmediatamente superior (-75kg) como la más concurrida y disputada. Muchos son los hombres que a priori cuentan con opciones de colarse en los puestos de privilegio, pero de entre todos ellos emerge la figura del iraní Saeid Ahmadi Karyani subcampeón del mundo hace dos años. Tras aquella final que perdió de forma increíble ante el egipcio Hanafy, Saeid se encuentra en mi opinión en el mejor momento de su carrera deportiva y llega a Bremen con sed de venganza. Cuenta sus apariciones por victorias pero no sólo los números respaldan su candidatura, se muestra con una determinación y una seguridad en todos los combates que no deja muchas fisuras a sus oponentes para que puedan hincarle el diente.
El favoritismo del iraní sin embargo será compartido muy de cerca por otros rivales que presentan un nivel y una experiencia suficientes como para ser considerados en la lucha por el oro. El regreso a la competición de Niyazi Aliyev tras su lesión de rodilla, supone no sólo una inyección de calidad para su equipo sino una muy seria opción de medalla. Cierto es que no es el de hace dos años, pero por experiencia y prestaciones será uno de los atletas en los que fijarse durante el torneo.
Haciendo un repaso a las inscripciones presentadas por las diferentes delegaciones me llama poderosamente la atención la ausencia de uno de los que muchos señalaban como gran favorito, Redouan Kousseksou, desconozco a día de hoy los motivos de su ausencia, pero para el seleccionado marroquí una baja tan sensible le supone un handicap muy serio ya que le deja sin su mejor baza de medalla.
Junto al marroquí también me sorprende no encontrar en la relación de participantes el nombre de Yves Martial Tadissi, en su lugar el equipo húngaro presenta a Dome Szegedi, pero a buen seguro éste no tendrá ni la calidad ni las posibilidades de Yves, uno de los más temibles rivales de la categoría.
El actual campeón del mundo Magdy Hanafy, tras su sorpresivo título de París no ha conseguido recuperar el tono de entonces, encadenando actuaciones mediocres que le sitúan en la previa del campeonato con muchísimas dudas. No obstante el egipcio es un competidor a tener muy en cuenta como la mayoría de los componentes de su selección.
En la misma línea de Hanafy podríamos situar al francés William Rolle, no parece llegar en su mejor momento e incluso su inclusión en el equipo francés estuvo en entredicho por la pujanza y buen hacer del campeón del mundo sub 21 Marvin Garin. Finalmente el equipo técnico francés optó por la opción conservadora a pesar de no haber obtenido resultados excesivamente relevantes en estas dos últimas temporadas. Con todo esto y al igual que en el caso del egipcio Rolle será uno de los rivales a batir casi con total seguridad.
Dejando espacio para mis intuiciones o gustos personales, y sobre todo entrando en el peligroso juego de las predicciones auguro una buena actuación de uno de los hombres que parece ir hacia arriba en los últimos tiempos. El austríaco Stefan Pokorny que ya disputara en el mundial anterior el bronce frente a Matsuhisa, quizás no esté en la primera línea de favoritos pero es un rival que puede presentar problemas a cualquiera. Competidor eléctrico y con una movilidad excelente pone pie en tierras alemanas respaldado por su reciente triunfo en el Open de Salzburgo.
En cuanto a otros nombres propios estaré a la expectativa para ver su respuesta en el campeonato. Este son los caso del inglés Jordan Thomas, hijo del campeón del mundo en Granada 92 William Thomas. Joven deportista que como característica principal presentan una buena envergadura, rápido de movimientos posee un control de la distancia de la que saca muy buenos réditos para afianzar su sistema defensivo. Su título europeo de Tampere refuerza su condición de favorito aunque para muchos su juventud e inexperiencia en estos eventos les genera ciertas dudas.
Como máximo exponente de la categoría del continente americano tenemos a Guillermo Ramírez, campeón de los Juegos Mundiales 2013 y reciente ganador del Open de Alemania. Se trata de un peleador duro y correoso que cuenta con el bagaje experiencial necesario para dar el salto a lo máximo. A nadie extrañaría verle en los lugares de privilegio.
La representación española correrá a cargo de Manuel Rasero que repite experiencia tras su buena experiencia dos años atrás. Complicado se vislumbra el panorama para el extremeño, pero Lolo ha demostrado en otras ocasiones que se adapta muy bien al combate internacional como demostró en el europeo de Budapest del año pasado, disputando el combate por el bronce, o hace dos años en París cuando tuvo una destacada actuación realizando muy buenos combates. Hablar de medalla es un poco arriesgado, aunque por ilusión y predisposición no va a quedar por su parte, si sabe jugar su baza de no estar en el foco del favoritismo que tienen otros y refuerza su confianza combate a combate, podría presentarse con un panorama favorable que quien sabe hasta donde le podría llevar .
Además de los citados anteriormente otros nombres propios de la categoría son los del turco Omer Kemaloglu cuyo momento de forma no parece el más óptimo, el ex campeón mundial Tryantafillys (Grecia), Hiroto Shinohara de Japón, o el estadounidense Brian Hilliard. La lista podría ser mucho más extensa, ya que como comenté anteriormente el nivel de esta categoría es excepcional, pero en mi opinión de entre estos atletas deberá salir el campeón.
KUMITE -75 KG
Aplaudiendo con las orejas han quedado los atletas del peso medio cuando se ha tenido confirmación de la no presencia del competidor más determinante de la última década. Rafael Aghayev que recientemente ha establecido su lugar de residencia en Moscú, no tendrá ocasión de recuperar el cetro que perdiese de manos de Luigi Busa en la edición precedente. Sobre los motivos hay especulaciones pero al no tener certeza de los mismos, hay que quedarse con la decepción que supone no contar con su presencia.
Desde que irrumpiera con fuerza en el europeo de Moscú 2004, arrollando en la final a Alexander Biamonti ha brillado con luz propia por los tatamis de cualquier rincón del mundo. Su manera vistosa de combatir fue un soplo de aire fresco para el kumite de competición, poderoso y dominante introdujo variantes técnicas al combate que hasta su aparición eran desdeñadas o simplemente no contempladas o penalizadas por un reglamento en evolución.
Con la tristeza de no poder disfrutar una vez más del talentoso campeón azerbayano, me dispongo a disfrutar de una de las categorías que mayor calidad despliega campeonato tras campeonato. El peso medio aglutina a algunas de las más importantes figuras del circuíto de la WKF, como ejemplo podemos citar a Luigi Busa, Stanislav Horuna o Serkan Yagci. De entre ellos tan sólo el transalpino ha conseguido ser campeón del mundo individual, de hacerlo una vez más igualaría a otros mitos como José Manuel Egea o Wayne Otto aunque siempre por detrás de las cuatro coronas del monstruo de Azerbayán.
El italiano a pesar de no parecer un competidor brillante esconde detrás de su aparente pasividad unas cualidades fuera de lo común. Velocísimo y con recursos técnicos variados es capaz de encontrar el camino de la victoria de muchas maneras. Domina como nadie los tiempos del combate, siendo capaz de pasarse tres cuartas partes del mismo controlando defensivamente a su rival para puntuarle en la parte final, dejándole sin margen de maniobra.
En cuanto a Stanislav Horuna, somos muchos los que esperamos que por fin tenga una actuación a la altura de sus enormes capacidades en un europeo o mundial. Verle competir es una auténtica delicia, poderoso físicamente y coordinado en sus movimientos es un hombre imprevisible con un repertorio técnico inagotable. A día de hoy y teniendo en cuenta la lesión de Aghayev es mi gran apuesta para el oro.
Completando el trío de ases tenemos a Serkan Yagci, la elegancia llevada al tatami, se trata de un hombre que con el paso de los años ha ido perdiendo algo de frescura pero que ha ido ganando en capacidad táctica y sobre todo paciencia para madurar el punto. El competidor turco siempre está en todas las quinielas pero nunca ha terminado de vencer y convencer en un torneo de esta índole.
En buena lógica de esta terna debería salir el campeón, pero esto es un mundial y son muchas las circunstancias que concurren para obtener tan altas metas, cualquier error o falta de concentración podría dar al traste con sus aspiraciones.
Pese a que bajo mi criterio estos tres atletas son los que marcan el paso, no hay que desdeñar ni muchísimo menos a un segundo grupo de entre los que destacaría a René Smaal (Holanda), Omar Abdel Rahman (Egipto), Ruslans Sadikovs (Letonia), Noah Bistch (Alemania), o sobre todo Ghoncheh Bahman Asgari (Irán), ojo con el iraní que podría ser uno de los que diera la campanada.
Por España competirá el malagueño Carlos Jimena, tras su actuación en el europeo en la que por circunstancias tuvo que participar en el peso semipesado, ha conseguido hacerse acreedor a la titularidad en su división natural de -75 kg. Carlos es un competidor muy completo, con unas cualidades físico técnicas muy notables y en constante progresión, no me aventuro a especular sobre un resultado en su caso, esta será su primera experiencia en un campeonato del mundo y sus objetivos a mi juicio, deberían atender principalmente al rendimiento y no centrarlos en un puesto determinado en la clasificación final, si el propio desarrollo del campeonato luego le coloca en las rondas de privilegio ya eso sería otro cantar.
KUMITE -84 KG
Una de las categorías más castigadas por las ausencias es la de semipesados, ni el campeón mundial Kenji Grillon, ni el que bien podría haber sido su sucesor Giorgios Tzanos han conseguido superar sendas lesiones para llegar en condiciones al evento por excelencia del karate deportivo mundial.
Con ellos fuera de concurso cobran mayor protagonismo otros que en su presencia hubieran tenido un camino mucho más tortuoso hacia las medallas. Hablo de hombres como Ryutaro Araga, el japonés ha asumido la responsabilidad dentro de su selección tras la retirada de Matsuhisa, Ryutaro es un competidor japonés un tanto atípico, lejos del trabajo lineal tradicional en los combatientes nipones, es un competidor que se maneja muy bien en campo propio e incluso las esquinas, y que posee muy buenas habilidades en el cuerpo a cuerpo, además de ser bastante habilidoso en el manejo de las técnicas de pierna. Podría ser el de Bremen su gran momento.
Aykhan Mamayev, joven valor de la escuela azerbayana, junto al macedonio Berat Jakupi, el georgiano Gogita Arkania, o el iraní Zabiollah Poorshab son los nombres que tengo subrayados en mi agenda.
De todos ellos el que me genera mejores sensaciones es Mamayev, muy fino y certero en sus acciones es un valor seguro si se pretende no errar en los pronósticos.
Una ausencia que es bastante notable en esta categoría es la del egipcio Hany Keshta, en su lugar el equipo egipcio se ha decantado por Mohamed Elkotby. La inagotable cantera egipcia no sólo cubre estos huecos sin que el conjunto se resienta sino que a medida que se produce el relevo generacional
vemos que su nivel continúa creciendo.
Sin la chispa de estos pero con una calidad enorme encontramos al turco Gokhan Gunduz, ganador de la Copa de España del pasado año. Su plata europea le confirmó como uno de los posibles elementos desequilibrantes de la categoría durante el mundial, al mismo nivel de Gokhan también situaría a Baby face Petersen .
Por parte española tendremos a Luis García, al igual que el resto de sus compañeros deberá ir abriéndose camino en la competición intentando adaptarse lo más rápido posible al rimo competitivo internacional, de conseguirlo no sólo habría dado un paso al frente sino que sus posibilidades de hacer algo importante aumentarían exponencialmente.
KUMITE +84 KG
Territorio de Enes Erkan, el turco puede que sea el hombre más dominador peso a peso en comparativa con el resto de categorías masculinas. Fortísimo y contundente, es un competidor que infunde respeto a sus rivales. Tiempo atrás competidores como Maniscalco (italia) u Horne le combatían de igual a igual, pero el declive principalmente del primero ha derivado en un dominio casi total ejercido por el atleta turco.
Si tuviera que jugármela con algún competidor lo haría con el iraní Sajad Ganjzadeh, que en un precioso combate hizo la machada de derrotar a Erkan en la final del Open de Okinawa a finales del mes de agosto. Tras su apariencia física descuidada (no es un competidor atlético sino más bien endomorfo), se esconde un competidor veloz que presenta unos guarismos anotadores bastante altos. Pequeño para la categoría en la que milita, se desenvuelve como pez en el agua ante rivales que le superan en estatura.
No muchos son los que veo con opciones de plantarle cara al gigante otomano, de entre ellos destacaría al francés Salim Bendiab y como comentaba antes, Maniscalco y Horne, sobre todo este último que en su última intervención en Salzburgo se subió al escalón más alto del podium. Dependiendo de como se desarrollen sus combates también veo con posibilidades a Hideyoshi Kagawa, hijo del afamado sensei Masao Kagawa, coach de kumite del equipo japonés.
Otros nombres importantes del peso son los del ex campeón mundial semipesado el serbio Slobodan Bitevic, el subcampeón del mundo Shahin Atamov (Azerbayán) que pese a que nunca cuenta para nadie siempre al final se cuela en las medallas, Admir Zukan (Bosnia), Almir Cecunjanin (Montenegro), y mucha atención al egipcio Ossama Mansour que puede ser uno de los tapados.
En un plano inferior pero también con opciones situaría a hombres como Moreno Sheppard (Holanda) o el portugués Nuno Díaz.
Jagoba Vizuete será el peso pesado español en estos campeonatos. Jagoba no siendo un peso pesado excesivamente voluminoso posee una buena movilidad, en un peso donde sus oponentes son auténticos armarios Jagoba sobrevive explotando ese dinamismo. Como decimos en el argot, sabe buscarse muy bien la vida, no es extraño verle pasar rondas en este tipo de campeonatos (europeos y mundiales). Al igual que sus compañeros deberá plantearse el torneo paso a paso, sin miras a largo plazo que le distraigan de lo inmediato, cada combate será una final por sí misma y cada acción un reto.
KUMITE EQUIPOS MASCULINO
Atractiva como siempre será la modalidad de equipos, ni más ni menos que 47 países han confirmado su participación. El título más prestigioso para las diferentes delegaciones y al que mayor valor se le suele dar es al de equipos. El valor grupal y el patriótico se suman a las voluntades individuales viéndose algunas de las escenas más emotivas en este tipo de campeonatos. Los atletas luchan por sí mismos pero a la vez espoleados por sentimientos que van más allá que el de una simple victoria en un combate.
Para la gran mayoría el equipo turco es el gran favorito, con Erkan a la cabeza y secundado por Yagci, Sahintekin, Eltemur, Gunduz, Aktas y Kaptan componen el conjunto más sólido, más completo y con mayor número de variantes estratégicas, apoyadas en la gran variedad físico táctica de sus integrantes.
Uno de los equipos más regulares en los últimos años es el egipcio. Desde que consiguieran el bronce en Tampere 2006 han ido encadenando terceros puestos en Tokio 2008, Belgrado 2010 y París 2012. En mi opinión este puede ser su año, el karate egipcio ha experimentado en los últimos diez años una metamorfosis que le ha situado entre las primeras potencias mundiales, e incluso me atrevería a decir que en categorías inferiores son la selección de referencia.
A Bremen llegan con un equipo renovado y joven pero de una calidad extraordinaria, el nivel que tienen hoy día es tan importante que se pueden permitir el lujo de dejar en casa a hombres como Hany Keshta o Ibrahim Abdalla.
Uno de los conjuntos que presenta mejores individualidades es el de Irán, aunque históricamente no han cuajado grandes actuaciones en equipos si que podrían inclinar la balanza apeando del camino hacia los metales a alguno de los gallos del corral. Ahmadi Karyani, Asgari Ghoncheh, Zabiollah Poorshab y Sajad Ganjzadeh son sus baluartes .
Los campeones del mundo, Francia, no son los mismos de hace dos años, la ausencia de Grillon les pesa mucho y además en esta ocasión en Alemania, no se darán las condiciones ambientales favorables a sus intereses, que se dieron en París. No les veo llegando lejos aunque esto es sólo una conjetura, luego será la competición la que ponga a cada uno en su sitio.
El actual campeón de Europa, Azerbayán, aún sin Aghayev alineará un equipo muy potente formado por Mamayev, Aliyev, Atamov, Hasanov, Aghalardze, Heydarli y Abdoulayev, sus épicas eliminatorias frente a los turcos son de las que crean afición, ojalá se repita en Bremen y disfrutemos todos con la eliminatoria más espectacular de todas las que se pueden dar.
Otros países pujantes son Alemania, Holanda, Bosnia o Serbia, la igualdad es máxima y no sería extraño verles en las rondas definitivas luchando por las preseas
El conjunto español estará formado por Jagoba Vizuete, Luis García, Carlos Jimena, Manuel Rasero, Igor de Castañeda, Aarón Hernández y Javi Flores. Tarea muy complicada la que tienen, en los últimos eventos no se ha conseguido superar la primera ronda, de conseguirlo en esta ocasión la autoestima de los nuestros subiría y eso ayudaría no sólo a cohesionar voluntades sino que tendría un enorme valor experiencial pensando en futuros eventos. El camino a recorrer no en este mundial sino en un futuro por parte de nuestro equipo masculino es largo y duro, internacionalmente hemos perdido el sitio y la confianza, pero ya se están poniendo los cimientos para revertir esta situación, este de Bremen podría ser el primer paso de una recuperación que todos ansiamos desde hace tiempo. Confiemos en los nuestros que derrochan ganas e ilusión, ahora es el momento de apoyar y sumar esfuerzos no de exigir resultados.
JAVIER ORÁN