sábado, 17 de septiembre de 2016
LINZ 2016. KATA INDIVIDUAL MASCULINO
Si a principios de año hubiéramos imaginado una hipotética final del mundial en la categoría masculina de kata pocos, incluso los más atrevidos, hubieran apostado por un enfrentamiento por el oro en el que no se encontrasen el actual campeón mundial Ryo Kiyuna y el número uno del ranking mundial del momento, Damián Quintero.
Con el transcurrir de la temporada y la irrupción de Antonio Díaz en el circuíto tras un impasse por el fallecimiento de su maestro Yoshimi Inoue, el panorama ha variado considerablemente. Poco a poco el venezolano ha ido encontrando su estado de forma competitivo óptimo, hasta conseguir una victoria en el Open de Salzburgo derrotando a Damián en la final, pero sobre todo y lo que es más importante aún, demostrándose a sí mismo de manera definitiva a través de este resultado que puede optar una vez más al oro mundialista.
Ésta será la terna en la que recaigan la mayoría de los favoritismos, luego habrá otros que puedan apear a estos del camino hacia el oro, pero o mucho me equivoco o de esta selección saldrá el campeón del mundo.
Damián tiene ante sí una oportunidad única, lleva varios años demostrando ser uno de los referentes indudables del kata mundial hasta situarse como el atleta mejor valorado y con mejores resultados globales y parciales. Su estado de forma y su estatus a día de hoy invitan a mirar con optimismo al objetivo inminente que supone el mundial de Linz, en el que podría alcanzar el título que más ansía después de haberlo ganado todo en el continente europeo. De conseguir su objetivo igualaría el hito histórico que consiguiera en Granada 1992 el gran Luis María Sanz, único español campeón del mundo individual de kata hasta el momento.
Mucho ha llovido desde aquella tarde en la que el Polideportivo Municipal de Granada vibró de emoción y en la que el público presente, entre los que se encontraba quien esto escribe, contuvo la respiración durante el tiempo que transcurrió ese maravilloso Unsu que ejecutó Luisma con maestría y que ha pasado a los anales de la historia por conseguir lo que nadie había hecho hasta entonces, ser el primer no japonés en colgarse un oro al cuello en unos campeonatos del mundo en la modalidad de kata.
Volviendo a lo que nos ocupa, y haciendo un análisis superficial de las posibilidades de cada uno, veo a Damián mejor que nunca en cuanto a su nivel deportivo, da gusto verle competir con esa seguridad que transmite y ese plus de potencia que imprime a sus técnicas con aparente facilidad, es decir, sin cargar los hombros o sin necesidad de realizar movimientos descontrolados de su cuerpo, como obtención de ayuda para lograr "kime". A eso habría que unirle una fluidez de movimientos y/o desplazamientos que ha mejorado con los años transformándose en un competidor que ha integrado en su forma de hacer otros aspectos que le han convertido en un atleta más completo y correcto que antaño.
No podemos olvidarnos, por supuesto, del actual campeón. Ryo Kiyuna, alumno de Tsuguo Sakumoto (campeón del mundo en Mastricht 84, Sidney 86 y El Cairo 88) que aterrizará en Linz con la firme intención de renovar su título de hace dos años en Bremen. Ryosuke es un karateka nativo del estilo Ryuei Ryu, y es en este tipo de katas donde ofrece su mejor versión. Lejos de mostrar un nivel deficiente en los últimos años ha introducido el kata Chatanyara no Kushanku, que sin ser un kata en el que brille especialmente, sí que le ha permitido enfrentarse a sus rivales con mayores garantías en rondas decisivas pudiendo reservarse su mejor arma, Suparinpei, para las finales.
Se trata de un competidor muy potente y veloz con un nivel de expresividad que creo, y es sólo mi opinión, muchas veces juega en su contra. Su condición de cabeza de serie junto al alemán Smorguner y a Antonio Díaz no le situará en ninguna posición ventajosa ya que el hombre a evitar en el sorteo, Damián Quintero, al no ser cabeza de serie bien podría caer por el mismo lado de la poole.
El reto que tiene ante sí Antonio Díaz será el de poder igualar e instalarse en el Olimpo de los más grandes de la modalidad a otros grandes monstruos que dominaron épocas. Me refiero como no a ilustres como el citado en párrafos anteriores Sakumoto (84, 86, 88). El hombre que varió el rumbo del kata deportivo con su explosiva manera de hacer Michael Milon (Kuala Lumpur 1994, Sun City 96 y Munich 2000), y al transalpino Luca Valdesi (Monterrey 2004, Tampere 2006 y Tokio 2008) que elevó el término atleta del kata a su máxima expresión con su archiconocido Gankaku y su trepidante estilo.
Antonio puede presumir de ser uno de los competidores, si no el que más, más longevos en la historia de los campeonatos del mundo de kata. Desde aquella primera edición en Madrid 1980, la primera en la que el kata formó de pleno derecho en el programa de categorías oficiales y en las que se coronaron los primeros campeones del mundo de kata, Keiji Okada y Suzuko Okamura, pocos o ninguno como decía anteriormente han conseguido encadenar una carrera tan longeva y brillante.
Desde su primera aparición en Rio de Janeiro 1998 no ha faltado a ningún evento mundialista participando en un total de nueve campeonatos del mundo, consiguiendo nada menos que la friolera de 7 podiums consecutivos desglosados en dos oros (Belgrado 2000 y París 2012), una plata (Tokyo 2008) y cuatro bronces (Madrid 2002, Monterrey 2004, Tampere 2006 y Bremen 2014). Todo un as de nuestro deporte que pondrá pie en tierras austriacas con la intención y como no la ilusión de seguir agrandando su leyenda.
Dejando a un lado a esta terna de favoritos al oro, me gustaría situar el foco en un joven valor del karate turco, actual campeón del mundo sub 21, que podría aspirar ya mismo a colgarse una de las preseas en juego en el torneo absoluto. Me estoy refiriendo a Ali Sofuoglu, peligrosísimo rival que podría convertirse en decisivo a la hora de conformar el podium final. Su posición de alternativa ha ido cobrando fuerza a lo largo de la temporada llegando incluso a desplazar a su compatriota Mehmet Yakan de la titularidad en la categoría individual del seleccionado otomano. Mucho cuidado con Sofuoglu, con su excelente Unsu podría dar un disgusto a más de uno.
Tras la sorprendente medalla de plata que obtuviese ante su público Ilja Smorguner no parece haber terminado de consolidarse en los primeros puestos. Crecido por las circunstancias ambientales y aprovechando la oportunidad de su vida el alemán consiguió acceder a la gran final hace dos años tras vencer contra todo pronósticoque a Antonio Díaz, no sin polémica eso sí.
El momento actual de Ilja nada tiene que ver con el de entonces y no me refiero al aspecto técnico-físico, sino al status dentro del propio ambiente competitivo y como no arbitral.
El competidor teutón, que presenta un estilo en el que subyace la mano de Yoshimi Inoue, sin ser un talento natural sí que es un competidor cuya puesta en escena es muy del agrado arbitral. Su propuesta bastante sólida en el aspecto físico está aderezada con aquellos condimentos de influencia japonesa que dan a sus katas un aire atractivo. En el debe pondría su poca facilidad para realizar posturas vistosas que le lastran sobremanera en determinados katas. No obstante y pese a no ser un primera línea no hay que descartarle para el podium.
Heredero de una estirpe de grandes kateros, Mattia Busatto representa el estilo italiano de toda la vida. Competidor muy poderoso físicamente, con unas cualidades atléticas notables que hace del riesgo su principial argumento a la hora de evolucionar dentro del tatami. Utilizando las palabras de mi amiga Sandra Sánchez se va "tirando" en todos los movimientos asumiendo unos riesgos increíbles. Su aparición en categoría senior fue fulgurante consiguiendo el título europeo siendo aún muy joven, pero todo aquello que apuntaba en el inicio parece haber quedado en stand bye. Muy penalizado arbitralmente en la actualidad, ha tenido que sufrir los rigores arbitrales que no le perdonan ciertos aspectos técnicos que hoy día son muy tenidos en cuenta. Su excesiva rigidez así como algunos movimientos de exceso para potenciar aún más su excelente pegada no son pasados por alto por el criterio arbitral imperante y últimamente está viendo como rivales otrora inferiores le superan con aparente facilidad. No obstante y dejando a un lado esta inercia negativa le considero uno de los rivales complicados que en un día inspirado y con equipos arbitrales menos quisquillosos podría dar la campanada.
Según mi criterio estos serían los hombres que a priori podrían contar con mayores posibilidades pero no deberíamos olvidar algunos nombres que con una buena liguilla y viéndose favorecidos por ciertos cruces estarían en disposición de optar a las medallas como es el caso del francés William Geofray, sustituto en el equipo galo del veterano Minh Dack, retirado en los pasados europeos de Montpellier ante su público, el representante de Hong Kong Chris Man Chen, el portugués Jorge Caeiros, el egipcio El Shawky o el representante de Marruecos que a día de hoy no podría precisar si será Adnan El Hakimi o Mohamed El Hani.
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Espectacular artículo que recoge lo más granado del Kata Masculino Mundial.
ResponderEliminarFelicidades Javi por tu aportación al karate.
La memoria es importante y nos hace reconocer de donde venimos.