
Y llegados a este punto hoy toca discernir en la medida que mis conocimientos e información me permiten lo más importante de lo accesorio, dentro de una categoría que presenta unos avales en cuanto a calidad se refiere ciertamente impresionantes.
Haciendo un poco de memoria histórica nos encontramos con una categoría, la del peso ligero, en la que el karate nacional ha contado con muchos y muy buenos campeones que han dado gloria a nuestro deporte, desde que por primera vez en unos campeonatos del mundo el formato de competición pasase de una primitiva y exigente categoría abierta, a fragmentarse por divisiones de pesos, a semejanza de otros deportes de combate más evolucionados en lo competitivo que el nuestro.
Desde esa primera cita que supuso un antes y un después en la extinta WUKO, hoy WKF (World Karate Federation), tanto el peso ligero como el superligero en España contaron con hombres de referencia en la categoría, en aquella ocasión y para orgullo de muchos fue Ricardo Abad el que haciendo historia se proclamase primer campeón del mundo en la categoría de -60 kg, además de conseguir el hito de ser el primer español en conseguir una medalla de oro en unos campeonatos del mundo, y si mis datos no son erróneos también el más joven en hacerlo hasta la actualidad.
Pese a conseguir este título mundial en otro peso y aun a riesgo de no ser exacto en mis datos me gustaría situar a Ricardo en esta división ya que parte de su carrera la desarrolló en esta categoría de -de 65 kg aunque bien es cierto que su título mundial lo lograse en una categoría inferior, siempre hablando en términos de peso y no de importancia. Aunque como digo no sea del todo riguroso me gustaría situarlo donde se merece junto a otros grandes del karate nacional que hicieron historia en esta categoría.

Ricardo fue el que abrió la veda, siempre refiriéndonos a la categoría de ligeros/superligeros, ya que anterior a esta época el karate español contó con otros grandes campeones como fueron Antonio Oliva, hoy reputado coach internacional, todo un genio como Jean Pierre Carbila, o el gran Damián González campeón del mundo también en aquel fabuloso mundial de Madrid 1980 para los intereses de la selección española. Algunos nombres que aporto como pinceladas de entre otros muchos que dieron gloria al equipo español.

Pequeño por sus dimensiones pero enorme por su grandeza dentro y fuera del tatami donde firmó auténticas joyas de arte en forma de combates a lo largo de su carrera, no sólo en su categoría y frente a atletas de su talla, sino en la competición por equipos y sobre todo en el exigente y desaparecido para el formato WKF Shobu ippon.

No son los únicos nombres que han dado brillo al karate español, otros como José Puertas bronce en México 1990 y Río de Janeiro 1998, Ángel Ramiro plata en Munich 2000 o Pepe Arsenal bronce en Madrid 1980 junto a Felipe Hita (en aquella época podían participar dos por país) también han saboreado las mieles del éxito en campeonatos mundiales. Mi admiración hacia todos ellos por habernos hecho sentir orgullosos de nuestra selección en todos esos momentos.
Trasladándonos al ambito universal también me gustaría mencionar algunos grandes de todos los tiempos que dieron lustre a esta categoría por espacio de estos 36 años en los que se llevan disputando los campeonatos del mundo por categorías, en una primera época hasta el 2008 con seis pesos masculinos por tres femeninos, y desde esa fecha hasta la actualidad en la que contamos con un programa dividido en cinco categorías en hombres y otras tantas en féminas.


Algunos otros luchadores importantes fueron el nipón Juichi Suzuki, fiel representante del estilo lineal japonés de toda la vida, con dos finales disputadas en su haber (Taipei 1982 y Sidney 1986 o el del inglés Stephens campeón en El Cairo 1988, de estilo poco vistoso pero de una eficacia rotunda en sus intervenciones. Muchos otros podría mencionar pero unos por números y otros por relevancia creo que son la selección más cercana a lo que en mi criterio ha sido lo más granado de la categoría del peso ligero por espacio de 36 años y 18 campeonatos del mundo, datos repito una vez más, desde que se realizase la división por categorías de pesos.
Dejando atrás el guiño que he querido hacer a la historia, a la cual he aludido ya que soy de la opinión de que echar una vista atrás y comprobar de donde venimos, es un ejercicio que además de ameno resulta instructivo para constatar el por qué y el cómo hemos llegado a lo que somos en la actualidad.
Volviendo como decía al tema que nos concita en este artículo, tengo que centrar la atención en la ausencia del todavía campeón mundial William Rolle, que tras conseguir el éxito más importante de su carrera en la ciudad de Bremen decidió retirarse por la puerta grande.
Lejos de resentirse el equipo galo con su ausencia, estará representado en Linz por uno de los atletas más brillantes de la actualidad, Steven Dacosta. El proceso de selección ya resultó especialmente duro para los franceses puesto que cuentan con otro hombre de primer nivel como es Marvin Garin y que bien hubiera podido optar al oro si al final no se hubiera decantado el equipo técnico por el primero.

Muchos son los que le apuntan como el hombre a batir pero ojo porque en el camino hacia la gloria habrá mil y una trampas en forma de rivales que en muchos casos ya saben lo que es ganarle. Siendo como decía un competidor excelso si que he percibido que en algunas situaciones en las que el combate no se presenta de cara tiene dificultades para desequilibrarlos a su favor, combates en los que sus oponentes a sabiendas de sus capacidades ceden espacio e iniciativa a la espera de puntuar en base a los errores en los que en algunas ocasiones producto de su juventud e ímpetu incurre el galo.


Competidor muy fino, muy inteligente y bastante paciente aunque en ocasiones excesivamente especulativo para el enorme talento que atesora, esto es sólo mi opinión, a la vista está el buen resultado de su trabajo avalado por los inmejorables resultados.
En esta temporada parece haber levantado un tanto el pie del pistón o bien sus rivales le han tomado la medida, o ambas cosas, lo cierto es que en los últimos tiempos no ha tenido la continuidad de resultados que exhibiese la temporada anterior. No obstante y apoyándome en su enorme capacidad competitiva y sobre todo su comprobada eficacia, le considero uno de los atletas a seguir en el transcurso del torneo.



Hanafy que irrumpió espectacularmente en la categoría absoluta cuando con sus 18 años se proclamase campeón mundial ante los ojos atónitos de los especialistas para dos años más tarde conseguir la plata, ha pasado en el último año un bache que no le ha dejado ser el de años atrás, no obstante apoyado en su enorme categoría y en ese plus que otorga no sólo la inercia positiva de sentirse integrante de una selección de referencia, sino por el reconocimiento arbitral en base a los logros de un equipo que a día de hoy es si no la primera, la segunda potencia mundial en cuanto a kumite se refiere.
Otros nombres podrían figurar entre los candidatos con igual o parecida importancia que los citados por mi, pero no podemos olvidar algunos importantes como podrían ser los de el inglés Jordan Thomas, ex campeón de Europa e hijo del campeón del mundo en Granada 92 en -70 kg actual coach del equipo británico William Thomas. No me gustaría pasar por alto tampoco y apunten este nombre al jordano Bashar Alnajjar, con el consabido factor sorpresa podría amargar la tarde a más de uno. Por supuesto no puedo ni debo dejar de citar a Gianluca Di Vivo, competitivo en extremo y hombre que siempre con discreción termina metiendo la cabeza en las rondas decisivas. El japonés Hiroto Shinohara, si bien no es de mis preferidos siempre hay que tenerle en cuenta a la hora de elaborar pronósticos, con reservas pero también tendrá su chance. Ojo también al colombiano Guillermo Ramírez siempre combativo y capaz de lo mejor ante otros con quizá mayor nombre que él, no le descarten en absoluto.
Dos son los nombres que echo de menos en la lista de inscritos, uno de ellos por una triste lesión sufrida durante el transcurso de la copa Iberoamericana, hablo de Abdellilah Boujdi y al cual le deseo una pronta recuperación para verle de nuevo en las competencias de alto nivel. Una pena porque creo que era uno de los llamados a hacer cosas importantes en Linz, veremos de lo que es capaz su sustituto en el seleccionado marroquí Ayoub Zakaria. Por otro lado tendremos la ausencia de Manuel Rasero, el cual lleva tiempo instalado en la aristocracia de la categoría y al cual otorgaba muchas posibilidades de conseguir algo sonado, su no asistencia nos ha dejado con un panorama en el que se han abierto las posibilidades de optar a su puesto para otros grandes atletas que posee afortunadamente el equipo español. La lucha entre Raúl Cuervas y un Carlos Jimena que se ha cambiado de categoría para hacerse acreedores a la plaza, parece haberse decantado por el competidor malagueño, aunque esto aún lo expreso con reservas ya que no parece estar confirmado, hablo exclusivamente por la nómina de inscritos que aparece en el listado oficial del campeonato.
De confirmarse la presencia de Carlos será el premio al enorme trabajo que viene realizando desde años atrás en los que se ha ganado un sitio en el equipo nacional hasta el punto de consolidarse como uno de los fijos en las diferentes convocatorias. La reciente inclusión en esta nueva división con el período lógico de adaptación está siendo positiva para Carlos, para el cual todo lo que sea ir alcanzando rondas durante el campeonato será todo un triunfo para él. No se puede descartar nada en absoluto aunque la empresa no será fácil, una buena poole y como decía si es capaz de pasar el filtro de las dos primeras rondas su confianza se multiplicaría conviertiéndole en un rival duro para cualquiera.
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